Para revertir la alienación parental de los hijos hay que potenciar la calidad de la relación con los hijos a la cantidad.
Muchos padres y madres cuando ven que sus hijos se alejan de ellos entran en pánico y desesperadamente tratan de volver a retornar la situación a la normalidad, pero sin tener la actitud y habilidades necesarias para ello.
Por ello para revertir la alienación parental es muy importante:
- No precipitarse.
- Evitar que siga deteriorándose la relación.
- Entender que el hijo no es el responsable y no se le debe de tener en cuenta.
- Poder detectar y acreditar el origen.
- Tomar medidas judiciales y psicológicas de refuerzo de la relación parental.
La alienación parental es la influencia negativa que se ejerce sobre un niño en contra de uno de sus progenitores. Esta influencia supone que el niño se posiciones con ideas aprendidas en contra de dicho progenitor.
Revertir la alienación parental no es nada fácil. De hecho, no siempre será posible. En situaciones de incidencia baja o media sí que se suele poder revertir la alienación parental, pero en los casos más graves no siempre es reversible, pues las ideas asentadas en la infancia puede tener gran resistencia al cambio.
La colaboración del otro progenitor es la clave, pero como suele ser la persona que crea esa alienación es muy complicado que nos ayude a superarlo. En la mayoría de los casos la alienación parental se ejerce por uno de los progenitores para sacar un interés, ya sea de uso de casa, pensión de alimentos.. etc. Esto esta caso sí podemos considerar que se hace con un motivo. Lo más preocupante aún en cuando se hace de manera principal con la intención de deteriorar la relación con el hijo.
El gran problema es que en un informe psicosocial del gabinete psicosocial el psicólogo incluso puede llegar a decir que la alienación parental «no existe», pero detectar los indicios que acaben confirmando que están mal influenciando a nuestro hijo en nuestra contra es muy importante.
